Miércoles, 18 de enero, 2012 - Cumpleaños de mi hijo Alex REPORTE INICIADO A LAS 11:18 AM

En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: ESTUDIO ADICIONAL DEL PLEXO

Estado Anímico: Positivo, insurrecto, subversivo, revolucionario, altivo, introspectivo, sereno:
normal”.

Estado Físico: Agotado – de nuevo,

Estado Cognitivo: Lúcido.

                                                                                        

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Estoy cansado; el “proceso” de anoche me llevó hasta casi las cinco de la mañana y a las ocho AM mi “Motivador cerebro-mental” ya chasqueaba el látigo. Creo que tenemos que tener palabras ese y yo. Tuve sueños, sueños con Julio Wolf, sueños con la saga de una larga familia que sufrió la ignominia de la cadena, del desahucio, del destierro, de la violación, del despojo. En mi sueño hablaba a mis generaciones pasadas y presentes que aún no hemos llegado, no hemos capitalizado, la gran estrategia aún no ha dado su fruto. Me desperté pensando en mi hijo Alex – hoy cumple 12 años. Me acuerdo con vivido detalle de cuando tuve esa edad; a esa edad Julio tuvo su primer tropiezo con la vil realidad de la cual sus padres no podían rescatarle y se dio cuenta realmente de lo solo e indefenso que estaba en el mundo – salvo el arma que le hacía invencible: sí mismo.

Cómo siempre llamaré por teléfono y su madre, en violación de una orden judicial, me negará acceso, haciendo lo que siempre ha hecho con las órdenes judiciales que le han importunado: lo que ha querido; este año volveré a la corte y la corte hará lo que siempre ha hecho cuando la madre viola un orden judicial: abolir la orden para evitar su estado de desacato. Así, en breve y paso a paso perdí custodia y contacto con mis hijos menores. Así de fácil, así de doloroso.

¿Por qué Julio? Nací el 19 de agosto. Lo pego aquí para que se sepa:

Martirologio Romano (1956): 19 de Agosto

Martirologio Romano (1956)
19 de Agosto

2. En Roma, san Julio, Senador y Mártir, el cual, entregado al Juez Vitelio, y por él encarcelado, fue, de orden del Emperador Cómmodo, apaleado hasta expirar. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de Calepodio, en la vía Aurelia.

Además, de ese detalle, me gusta el nombre.

Hoy, al levantarme tarde de la cama después de haber dormido casi nada, me permití sentir la tristeza del evento y luego, como el que mueva los dedos de una mano disolví la emoción  con el minino gesto de mi pensamiento. Cuando logre tener ese mismo control sobre el dolor físico… Pero el mensaje de mi sueño quedo pendiente descifrar por unos minutos, hasta que por fin me cayó la ficha: mi gran inversión fue una gran vida para contar, y la capacidad para hacerlo.

Pero para contarlo bien hay que sentirlo, y por eso no había escrito Julio Wolf bien hasta ahora. Victima tanto del síndrome del estrés postraumático – el trauma psicológico que sufre una cultura entera después de siglos y generaciones de estrés físico, emocional, y cognitivo – y estrés postraumático – el efecto individual del mismo fenómeno, hasta hace relativamente poco era un naufrago más en un océano de emociones atormentadas por tiburones, pulpos gigantescos y toda clase de monstruos marinos. Pero ya no, ahora soy la orca, la ballena asesina que patrulla las profundidades de ese mismo océano con la impunidad otorgada por el Gran Entendimiento. Escribir Julio Wolf, hacerle justicia a las vivencias del personaje, es decir, las compartir sus emociones y las circunstancias con fidedigna transmisión requiere del recién escapado de la prisión de tormentos otra sentencia voluntaria para relatar en vivo sus experiencias. Pero ahora, muerto a mis manos el Minotauro del Laberinto de mi Sombra Interior, regreso indiferente pero no insensible al dolor y al sufrimiento; ahora haremos justicia al Titán entre mendigos y daremos vida a Julio Wolf. Y ponemos un aviso al mundo, ya que como diría Julio: “¿Alatriste? Ese que eche vuelo a su pena y acongojo – por cierto era bueno el libro hasta que lo leí; ¿el Zorro? Que se vaya a cagar a su gallinero; ¿Don Juan? Pues con sus fulanas y con el Convidado de Piedra se queda. Aquí llego yo Julio Wolf, nuevo hijo de España y de las Indias; el nuevo Quijote de nuestros tiempos. Y os digo a todos para que os quede bien claro: ‘Yo sé quién soy -  y sé que puedo ser quien me salga de los huevos… ¡Y en cuanto a las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron, ya se aventajan las mías!’ ¡Órale y ole!”

El ojo que se ve

El filo que se corta

No preciso escudo.