lunes, 31 de octubre de 2011

Lunes, 31 de octubre, 2011 - HALLOWEEN 5:36 AM REPORTE MATUTINO

En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: Recamara privada.
Estado Anímico: Providencial.
Estado Físico: Próspero.
Estado Cognitivo: Perspicaz.

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Es temprano. Anoche vi a mis nietos y a mi hijo por webcam en Skype. Fue una experiencia muy agradable. Mi nieta Ela con sus 18 meses de edad ya tiene un vocabulario extenso y muestra evidencias del carácter que va a tener el resto de su vida. Maximus muestra evidencia de haber heredado la nariz de su abuelo que también va a tener por el resto de su vida – ¡veremos si me lo agradece! Recuerdo cuando su padre y su tía Jackie tenían esa misma edad; recuerdo sus otros tíos, Alex y a Julia cuando los hablaba por webcam.  La vida da muchas vueltas y las personas ‘normales’ tienen una estabilidad, una constancia, una recurrencia de personas en sus vidas que no por ello les hacen felices. Me sorprende mi capacidad de sobrepasar ya no el sufrimiento, sino el dolor mismo. No hablo de una anestesia afectiva, sino de una auténtica superación a pérdidas que pocos años atrás me resultaban devastadoras. No es que no sienta, sino que mi perspectiva, la visión del “Ojo del Águila” acompañada por “el Espíritu del Carcayú” conforme asciendo en la escala evolutiva de mi propio sendero de MAMBA, es transcendente. La visión del gran tablero de la vida junto con una serenidad inexplicable, cada vez más y más arraigada desafía explicación. Tantas cosas suceden en mi interior. No puedo hablar de una evolución por la velocidad del cambio, sino de una especie de mutación adaptiva, de una metamorfosis, de una innovación progresiva de acuerdo a no estoy seguro cual programa precisamente pero en toda evidencia parece ser de acuerdo a MAMBA misma: diseño a MAMBA de acuerdo a los planes para mi propia transformación, y MAMBA me transforma de acuerdo a su diseño.

He vivido tanto. Nadie sabe cuánto, y en relativamente tan poco tiempo. He vivido muchas vidas en una, y cuando mi módulo biológico se extinga… mis hijos, mis nietos, mis alumnos, mis aprendices (¿?), mis seguidores y lectores, mis ex-amores tendrán recuerdos de esta ola, ¡de este tsunami que sí se atrevió a manifestarse con arrojo y propiedad! Recuerdo que hubo dos cosas en las que pensé cuando primero me diagnosticaron con sentencia de muerte: mis hijos pequeños y MAMBA. ¿Qué sucederá con ellos a raíz de MANDATED REPORT? ¡Quién sabe! Nada importa; todo importa: y ambos a la vez. Esa es la Paradoja del Momento. Privilegio es vivir de acuerdo a nuestra propia filosofía de vida, privilegio que se gana creándola, viviéndola, disciplinándonos de acuerdo a la misma. La disciplina de la doctrina y la doctrina de la disciplina juntos liberan. Otra paradoja que tanto he tratado de enseñar a hijos y alumnos por igual y que no sé hasta qué punto lo he logrado transmitir: He logrado a cada momento y a cada pensamiento algo que incluso me sorprende y que a veces creo que a los de mi alrededor les aterra – si es que entienden la magnitud del hallazgo – y otras veces admiran, y otras, ¡quién sabe en qué proporción!, envidian: “Walk the walk, not just talk the talk” – es decir, “Recorrer el camino, no solamente predicarlo”. Admirado, incomprendido, temido, envidiado. Falta una, la mayor seguramente: menospreciado sino despreciado. Sonrío al escribir estas últimas dos palabras. ¡Rayos! ¡Ya son las 6:10! ¿Volveré a dormirme después de esta contribución?

El águila asciende en vuelo espiral; a cada vuelta del circulo recorre el mismo camino pero el horizonte de su perspectiva se amplia, más y más. Recuerdo leer los Grandes del Oriente cuando era muchacho: los sabios taoístas, confucionistas, budistas, Zen, los maestros de yoga, de las artes marciales, en pocas palabras, los sabios del oriente, y aspiraba a comprender sus palabras. Mi intuición casi las alcanzaba pero las sutilezas de su significado, reservados obviamente a una perspectiva de la vida, de la experiencia inefable y transcendente, se me negaba. Ahora las releo, y me doy cuenta de sus limitaciones, los límites y defectos de sus esquemas, de sus perspectivas me resultan aparentes: muchas vueltas dadas al espiral. Me pregunto, ¿será que otros me leen con la misma incomprensión o he logrado ser más explicito en mis escrituras, más accesible en mis ideas? La gran explosión, la supernova. Entiendo, entendí siempre, que mi pobre cuerpo ha sufrido tratando de lidiar con la energía explosiva de mi mente – de ahí tantas enfermedades incomprendidas para los médicos, de ahí la necesidad del ejercicio exhaustivo, del acondicionamiento imperioso: ayuda al cuerpo disipar la radiación de una mente cuyo potencial sigo descubriendo como un continente en continua expansión. La mente programa su propia mutación.

Pocos en la vida tienen el privilegio, la fortuna, la dicha de tener una misión de vida, de sentirse que forjan y a la vez cumplen un destino. El otro día un alumno me preguntó que desde cuando escribía, o cuando comencé a escribir – no el abecedario sino escritura formal, para mí. Buena pregunta. Tuve que reflexionar e indagar en la base de datos de mi memoria episódica personal. Diferentes escenas me llevaban más y más atrás en el tiempo. Los 19, los 14, los… los 8 o 9 años cuando me propuse por primera vez escribir, uno libro de animales, pero no de cuentos sino de zoología. Era un proyecto muy sofisticado que incluía estudios sobre la dentición como adaptación al tipo de dieta; la composición de la leche materna y su relación con el medio ambiente y con la clase de actividad típica que desempeñaba el animal; el tamaño del animal y las calorías que precisaba ingerir a diario; dibujos de las huellas; tiempos de gestación; números de crías por camada; etc. Muy completo y muy sofisticado. Me quedé absorto al recordar los detalles y mi lucidez mental respecto al proyecto y al empeño. Gastaba todos mis domingos comprando enciclopedias de animales, libros de zoología, y vaciaba los estantes de la biblioteca de la base aérea de Torrejón haciendo mi investigación; tenía toda la colección de la obra del naturalista español Félix Rodríguez de la Fuente y nunca me perdí un episodio de su programa el “Planeta Azul”. Junto con las disciplinas orientales como el yoga, la parapsicología (sí, lo confieso), y las artes marciales (que para mí ya a esa edad constituían manifestaciones diversas de una sola gran enseñanza esotérica que aún no llegaba a entender), el estudio de los animales era una gran pasión, mi primera pasión académica. 

El proyecto al final no se consumió; no es que perdiera el interés, sino que sin dirección no supe como componer lo pedazos del rompecabezas.  No había entonces Internet, ni ordenadores, y mi maquinita de escribir aun siendo mi gran tesoro no se comparaba en nada a un laptop actual. Me fallaba la capacidad de organizar bien mis ideas; me faltaban los recursos y la necesaria madurez supongo, para concretar una empresa tan ambiciosa.

De todos modos, durante la reflexión me quedé sorprendido al acordarme de mi mismo, reviviendo algunas de las experiencias de ese muchachito. Siempre quise hacer algo “grande” con mi vida; no necesariamente algo renombrado o célebre, sino ‘grande’ en el sentido que me abarcase, que me llenase, que me sirviera de propósito. Mi madre se quejaba de que nunca quise ser niño, que tenía tanta prisa por madurar. ¿Pues que creía que estaba propulsando? No tenía, que yo recuerde, un sentido del “destino” como se entiende típicamente, es decir, de algo especifico que me tocaba hacer de acuerdo a la “voluntad del cosmos”. Simplemente estaba muy consciente de que tenía grandes capacidades y no quería desperdiciar tiempo y energías para ponerlas en uso. Presente en mí también era el hecho de que mis afanes por los animales, las artes marciales, las sabidurías esotéricas, no eran precisamente del mayor agrado de mis padres. Ya para entonces me ganaba los domingos trabajando como dibujante lineal en las patentes de mi padre. Nada se me regalaba y se me exigía, eso sí, de acuerdo a mis capacidades: mi padre era un creyente fanático en la parábola de los talentos.

Me acuerdo que quería ser escritor para dejar huella; mi madre era escritora y parte de mi educación formal consistía en leer los clásicos que me exigía. Me viene tanto a la memoria ahora. No iba al colegio casi, solamente a tiempo parcial; me adelantaban grados porque la materia escolar me venía bien corta. Cuando llegué a España a los ocho años de edad perdí un año – ya estaba un año adelantado en los EE.UU. – y entonces entre a tercero “de nuevo” por el idioma. Durante el próximo año adelante dos más y para los 9 años de edad ya estaba entre quinto y sexto. En el colegio privado al que atendía entonces, “la Academia Jaime Fábregas” en Torrejón de Ardoz, se me consideraba un superdotado, un “fenómeno”, tanto por los maestros como por los alumnos, y por lo tanto me permitían ausentarme sin penalidad alguna: para los nueve años ya hacia el mismo algebra que aquí en México enseñan en la preparatoria y entonces enseñaban en séptimo u octavo año de Educación General Básica.  Yo por aquel entonces llevaba un programa educacional personalizado que combinaba el trabajo escolar con los estudios que me encomendaban mis padres. Entonces no lo daba mucha importancia, y como no compartía mucho tiempo ya con niños de mi edad, no llegaba a entender plenamente en qué consistía eso de ser un “fenómeno”. Ahora que lo pienso, en retrospectiva, algo de cierto había en eso, evidentemente tenia ciertas aptitudes para aprender fuera de lo ordinarias. Claro, que entonces para mí era un orgullo ser un “superdotado”, mientras que he notado que en generaciones subsecuentes los niños exhiben un pavor por sobresalir. Pero el otro día, en respuesta a la pregunta de uno de sus compañeros hablando a mis alumnos de mi primer proyecto serio de escritura, vi sus pensamientos y sus emociones de asombro reflejadas en sus caras.

Y quizás esté ahí el problema: ese asombro. Pierdo algo de credibilidad con mis hijos y alumnos al exigirles, al no consentirles que sucumban a la mediocridad de la norma, ya que una de sus defensas siempre ha sido y es: “¡no somos ‘fenómenos’ (o ‘freaks’ o ‘superdotados’) para que exijas tanto de nosotros!”, y con esa posición tan auto-derrotista y tan autodestructiva desechan mi afán por su propia excelencia – no digamos mis buenas intenciones y experiencia de vida – y por lo tanto todo lo que trato de comunicarles al respecto de la misma. Por otra parte, otra posición defensiva, más bien de rechazo, es aquella materialista que me mide y me reduce de acuerdo a mis escasos logros económicos; según esa perspectiva, ¿de qué me ha servido todo ese ‘genio’ si no tengo ‘patrimonio’ ni ‘legado material’ para mostrar mi supuesta ‘grandeza’? “Tanto tienes en la cartera, tanto vales como persona”.  ¿Me sirve de algo explicarles que ‘Súperman nunca ganó dinero salvando al mundo…’? Lo dudo mucho. ¿Serviría de algo explicarles – tratar de hacerlo – la tremenda dicha y paz interior que he logrado a pesar de los pesares? Tampoco. He oído sus necias respuestas: “Ese eres tú. Cada uno es cada uno.” Cada día tengo menos tolerancia para la fútil misión de rescatar a la gente de sí misma, cuando hay personas (muy pocas en comparación a las que sí precisan rescate) que de verdad lo reconocen y lo aprecian. ¡6:30 AM!

VIPERS me llama. La otra noche soñé que tenía que aprender la flauta transversal (que tengo guardada en su estuche para la ocasión), aprender japonés, y la guitarra. El final de un ciclo importante se acerca. ¡Tantos ciclos vividos y revividos!

Aún no he dirigido a nadie hasta la iluminación.

El Instituto KAIZEN Center de MAMBA RYU: academia para fenómenos’, pera el adiestramiento integral de superdotados.

¡Menos mal que son pocos los que me leen, los que ponen atención! ¡Oculto a plena vista! Soy el hombre invisible porque la gente solamente ve lo que quieren ver y no se detienen a esforzarse para ver lo que no entienden. Lois Lane veía solamente al patético de Clark Kent por sus lentes y traje de corbata.

6:35 AM. Hora de concluir todo esto e irme a dormir un poco más. ¡Es Halloween! ¡Mi día favorito del año!

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.

jueves, 27 de octubre de 2011

Jueves, 27 de octubre, 2011 REPORTE MATUTINO

En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: Recamara privada.
Estado Anímico: Favorable.
Estado Físico: Aceptable.
Estado Cognitivo: Clarividente.

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Es tarde; normalmente para estas horas ya he hecho casi media jornada de trabajo pero no podía ser. Anteayer por motivos fuera de mi control que no voy a divulgar aquí y ahora no dormí más de tres horas repartidas en dos sesiones y después del entrenamiento intensivo del martes había que recuperar el sueño de alguna forma. Ayer subí varias canciones a mi muro de facebook que es un portal virtual y en tiempo real para mis seguidores. Había una canción que apenas conocía pero que mi YO me había instigado a buscar y a escuchar y compartir. Era una canción favorita de mi ex-cuñado a la cual casi no había puesto atención y que no había oído – al menos puesto atención - desde el 1991, hace 20 años, pero así es el inconsciente. Anoche tuve un sueño con mi malteada de proteína. Soñé que no me salía a pesar de estar llena. Abrí la taza especial que tiene una bolita hecha de metal como un muelle para agitar y mezclar bien el contenido, y vi que en vez de líquido era una masa en polvo, seca. El mensaje que me llegó a la mente era: “no bebes bastante agua” – respuesta al por qué de ciertos problemas intestinales ligados a mi desvelo de la noche anterior. Mi inconsciente y yo formamos una buena sociedad porque hay excelente comunicación; hoy me propuse el habito de tomarme un jarrón de dos litros de agua diarios para tomar. Regresando a la canción. El titulo, traducido es: “Súperman nunca ganó dinero salvando al mundo de Salomón Grundi”. ¿Quién es Salomón Grundi? ¿Qué importa? La verdad es que hasta ahora mismo que me puse a investigarlo no tenía una idea clara salvo que por el contexto supuse que era un súpervillano de cierta índole. Bueno, wikipedia nos saca de nuestra ignorancia: “Solomon Grundy es un personaje de ficción del Universo DC. Es un zombie de grandes dimensiones, un muerto revivido de fuerza sobrehumana y con la capacidad de volver una y otra vez de la muerte. Es un enemigo de Linterna Verde de Tierra-2, Alan Scott y de Batman. Su primera aparición fue en All-American Comics Nº 61 (octubre de 1944). Se le conoce como un enemigo y formidable súpervillano.” (http://es.wikipedia.org/wiki/Solomon_Grundy_(comic)) sigamos con la letra de la canción en una traducción propia y veamos cuál es la transmisión de mi YO a mi Yo conforme descodifiquemos el mensaje, porque cuando el ‘YO’ habla el ‘Yo’ escucha porque SIEMPRE hay un mensaje:

Tarzán no era un mujeriego
Solamente se les acercaba y les recogía bajo el brazo
Justo así, rápido como un gato en la selva
Sin embargo, Clark Kent, ahí había un caballero verdadero
No se le encontraría holgazaneando  
en una selva, tonto como un chango sin hacer nada

Al igual que Tarzán, no soy mujeriego (¡ni tampoco soy monje casto o célibe, para aquellos que se escandalizan con mis gustos musicales!) y sí, he rescatado a más de una “damisela en peligro” huyendo del fruto del beneficio que se me ofrecía (como un verdadero caballero), y no, nunca se me encuentra holgazaneando  por ahí sin hacer nada útil.

Súperman nunca ganó nada de dinero
Por salvar al mundo de Salomón Grundy
Y a veces me desespera que el mundo nunca volverá a ver
Otro hombre como él

Aquí llegamos al punto central. ¿Qué representa Salomón Grundy en esta analogía metafórica entre Súperman y Yo/YO, el Shodai Sennin de MAMBA RYU? Salomón Grundy es “Es un zombie de grandes dimensiones, un muerto revivido de fuerza sobrehumana y con la capacidad de volver una y otra vez de la muerte”, además, “Se le conoce como un enemigo y formidable súpervillano.” ¿Un zombi? De nuevo wikipedia: “Un zombi (en ocasiones escrito erróneamente con la grafía inglesa zombie) es, originalmente, una figura legendaria propia de las regiones donde se practica el culto vudú. Se trataría de un muerto resucitado por medios mágicos por un hechicero para convertirlo en su esclavo. Por extensión, ha pasado a la literatura fantástica como sinónimo de muerto viviente y al lenguaje común para designar en sentido figurado a quien hace las cosas mecánicamente como si estuviera privado de voluntad.” Resaltemos: “Quien hace las cosas mecánicamente como si estuviera privado de voluntad” y “muerto viviente”. OK, es decir, casi toda la humanidad. Llueven fichas. ¿Qué representa Salomón Grundy?

Salomón Grundy es el miedo, el terror
El error mortífero de la apatía,
De la ignorancia y de la soberbia

Salomón Grundy es el vacío existencial
La ansiedad de la incertidumbre
La lumbre del diario infierno
Que el ser humano trata de apagar
Con sus necias supersticiones,
Con sus estériles religiones,
Con sus deidades mudas e impotentes,
Con sus espíritus inexistentes,
Patentes manifestaciones
De su autodestructiva inmadurez.

Salomón Grundy es el gran zombi
El muerto en vida
Que es ser humano encadenado
Y condenado por su propio amanecer
Desde chango, aún en expectativa
De su consumado humano ser.

¿Cuál es la Misión del Maestro MAMBA?  (Para aquellos que aún no captan la onda.)

La MISIÓN del Maestro de MAMBA-RYU

“Vengo a estar
Para que aprendan a estar
Por lo que ha de estar
Aun cuando
Ya no puedan más estar.

Vengo a alzar
Para que aprendan a alzar
Lo que se ha de alzar
Aun cuando
Ya no se puedan más alzar.

Vengo a persistir
Para que aprendan a persistir
Por lo que ha de persistir
Aun cuando
Ya no puedan más persistir.

Vengo a permanecer
Para que aprendan a permanecer
Por lo que ha de permanecer
Aun cuando
Ya no puedan más permanecer.

Vengo a ser
Para que aprendan a ser
Lo que tienen que ser
Aun cuando
Ya no puedan más ser.”

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

En resumen: la misión del Maestro MAMBA es salvar al mundo de Salomón Grundy. En definitivamente no se recibe ni compensación ni económica ni reconocimiento y mucho menos agradecimiento del mismo por esa misión; y al igual que Súperman, el Maestro MAMBA opera en pleno anonimato de su verdadera identidad no por esconderse, sino por la imposibilidad del mundo de reconocerle por lo que es, por lo que representa, por lo que se presenta delante de sus propios ojos abiertos pero cegados por los esquemas de su ignorancia, de su condición de “condenado por su propio amanecer desde chango, aún en expectativa de su consumado humano ser”. ¿Cómo creéis que era posible que Lois Lane no se diera cuenta de que solamente unos lentes (gafas) y un traje separaban al hombre inalcanzable de sus sueños (Súperman) del despreciado compañero de trabajo Clark Kent?

Hola Bob, Súper tenía un trabajo recto
A pesar de que podría haber atravesado a través de cualquier banco
En los Estados Unidos, tenía la fuerza, pero él no lo haría

No me faltarían oportunidades para tremendo lucro si en vez de tratar de despertar a las personas y liberarlas de sus supersticiones hiciera lo de tantos “místicos” charlatanes y farsantes, desde la India hasta Honolulu, es decir, aprovecharme de sus supersticiones con mis conocimientos y habilidades. Recuerdo el comentario de una amiga en Brasil cuando le hice una sesión de “hipnochamanismo” para que lo experimentara: “¡Te harías rico con eso aquí!” Súperman podría atravesado la caja fuerte de cualquier banco “pero él no lo haría.”

La gente dijo que su familia estaban muertos
Su planeta se desmoronó, pero Súperman, se obligó a sí mismo
A continuar, olvidarse de Kriptón, y seguir adelante

El Maestro MAMBA tiene que tener la fortaleza interior de seguir en su misión a pesar de las pérdidas personales, de su condición de ‘ultra-terrestre’ o de ‘alíen’, a “continuar, olvidarse de Kriptón, y seguir adelante”.

Súperman nunca ganó nada de dinero
Por  salvar al mundo de Salomón Grundy
Y a veces me desespera que el mundo nunca volverá a ver
Otro hombre como él

Súperman es el héroe por excelencia de la moderna mitología cosmopolita: víctima de la más grande tragedia (pérdida de su familia, de su lugar de origen, de un lugar de verdadera pertenencia entre los mismos de su especie, etc.); condenado a una existencia solitaria y ni comprendida ni realmente compartida; infatigable en su compromiso a su deber auto-imputado; y como su mitológico antecesor Aquiles y el literario Don Quijote, afligido por una vulnerabilidad funesta, en este caso la kryptonita misma.

La canción habla de la falta de héroes si quiera en nuestra imaginación colectiva; y sí, me temo, y “me desespera que el mundo nunca volverá a ver otro hombre como él.” Sin héroes los seres humanos somos verdaderamente una especie perdida y condenados a ser víctimas de Salomón Grundy:

Tarzán era el rey de la selva y el Señor de todos los simios
Sin embargo, apenas podía hilvanar cuatro palabras: "Yo Tarzán, tú Jane"
A veces, cuando Súper estaba deteniendo  crímenes
Apuesto a que fue tentado a rendirse y darle la espalda
al hombre, unirse a Tarzán en la selva

En más de una ocasión, como mis algunas de mis últimas anotaciones a la Bitácora y a este Diario, junto con comunicaciones privadas, he sido tentado a rendirme y “darle la espalda
al hombre,” y aunque la selva no es particularmente de mi agrado, desaparecer igualmente: uno se cansa de escorpiones.

Lo demás si no es obvio entonces nada que yo pudiera escribir aquí y ahora lo haría serlo:

Pero él se quedó en la ciudad, y se siguió cambiándose de ropa
En sucias cabinas hasta que su trabajo estaba terminado
Y no le quedaba nada que hacer salvo irse a casa

Súperman nunca ganó nada de dinero
Por salvar al mundo de Salomón Grundy
Y a veces me desespera que el mundo nunca volverá a ver
Otro hombre como él

‘Yo’ al menos sí lo entiendo.

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.

Miércoles, 26 de octubre, 2011 REPORTE NOCTURNO

 
En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: Recamara privada.
Estado Anímico: Aceptable.
Estado Físico: Agotado.
Estado Cognitivo: Funcional.

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: El ejercicio de ayer supuso un aumento bastante significativo en comparación con los anteriores. Hice una grafica de mi progreso ya que un precepto muy importante del KAIZEN es poder visualizar metas y progresos:

DÍA 1
1968.182
DÍA 2
1929.545
DÍA 3
2225
DÍA 4
2327.273
DÍA 5
2872.727
DÍA 6
2595.455
DÍA 7
3904.545
DÍA 8
4718.182
DÍA 9
6300

La cifra supone peso en kilos levantado durante el entrenamiento. Los 9 días de entrenamiento comenzaron el 22 de septiembre y terminan ayer 25 de octubre, 2011 – un intervalo de casi cinco semanas. Hubo progreso. Necesito aplicar más gráficas a todos mis proyectos, es decir, encontrar la forma de representarlos visualmente.

            Hay que crear, como parte de MAMBA KAIZEN una metodología de representar gráficamente actividades y sus objetivos. ¿Cuáles otras actividades? Por de pronto se me ocurre cronometrar mis viajes en bicicleta al gimnasio y del gimnasio a casa, pero más adelante haré “un proceso KAIZEN” para organizar mis actividades de acuerdo a representaciones graficas que pueda medir. Se hace tarde. El tiempo no espera a nadie.

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.

domingo, 23 de octubre de 2011

Domingo, 23 de octubre, 2011 REPORTE DIARIO

En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: Sala central de estudio e investigación.
Estado Anímico: Favorable.
Estado Físico: Satisfactorio.
Estado Cognitivo: Lúcido.

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Anoche, esta madrugada más bien, soñé que entraba en una cueva cuyas paredes exteriores y entrada estaban recubiertas del depósito acumulado de los sedimentos negativos del espíritu humano, sedimentos que me recordaban al guano de los murciélagos y que consistían de los restos, del detrito de la maldad, del egoísmo, de la ignorancia, del miedo, de la soberbia, y de la mezquindad humanas. Entré por mi propia voluntad, para conocer su interior; entré a pesar de que la entrada estaba estrecha y cerrándose y a pesar de que por naturaleza – y por experiencia – no me gusta entrar en lugares donde antes no encuentro una salida conveniente y fácilmente asequible. Entré porque sentía que tenía que hacerlo, porque sentía la experiencia era precisa, porque sentía que de alguna forma podría hacer una diferencia. Me arrastré por la angosta entrada y cuando me di cuenta de que no había nada dentro, solamente un gran vacío, frio, oscuro, y maloliente que generaba todo el sedimento que cubría no solamente las paredes exteriores y la entrada, sino también las paredes interiores, me di cuenta de que la salida estaba ya demasiado estrecha ya para que saliera. Sabía – era consciente de – que era un sueño, y que podría haberlo reventado todo – cueva y salida – con mi mera voluntad pero en el instante decidí que no, que debía sentirme empapado del impacto de esa desesperación humana de no poder encontrar salida a esa tremenda situación existencial ajena a la cual yo mismo me adentré. ¿Por qué? ¿Por qué debía sentir? (Porque dejé de ser humano hace siglos de vuestro tiempo.) En un instante de tiempo supe que debía sentir antes de salir, que debía sentir en forma de relámpago el impacto de ese dolor existencial, al cual ya soy inmune, para poder empatizar mejor con la disfunción que me rodea con su ignorancia, su apatía, su miedo, ¡siempre su maldito miedo!, y su soberbia – todo lo cual admito que a veces me harta. Pero eso es el tercer mundo, y no poca parte del primer mundo también.

Al igual que la cueva de mi sueño, salir de aquí está a mi entera disposición – quizás de momento no físicamente, pero eso es cuestión de tiempo – pero si mentalmente. Y si me voy de aquí sin haber dejar exitosamente asentado una salida a la condición del mexicano, del latinoamericano, del tercermundista, del tercermundista en el primer mundo habré fallado tremendamente en mi misión. ¿Cuál es la condición del mexicano? Octavio Paz lo describió en términos del “Laberinto de la Soledad”, pero yo, como “neo-místico” que soy, lo siento de forma más cruda: una cueva de guano espiritual humano La condición existencial del mexicano es esa cueva oscura, fría, apestosa y ante todo vacía, recubierta del detrito de su tormento existencial; es el vacío que conllevan tantos – sino todos – por dentro, el vacío que encierra a cada uno en una vida que es la muerte y de donde la salida misma se les niega debido al detrito acumulado de infinitos actos, pensamientos, y sentimientos miedo, de odio, de resentimiento, de maldad, de vileza, de bajeza, de la pobreza de espíritu que es su existencia diaria. Les lleva a todo tipo de escapes falsos en forma supersticiones, de rituales mágicos, de esquemas esotéricos, y de fantasías absurdas e insostenibles y que siempre les lleva más y más adentro de sus cuevas pero nunca a la salida.

Tuve, he tenido, tengo, la oportunidad de experimentar esas cuevas existenciales ajenas mediante un contacto directo interactuando, viviendo y conviviendo con individuos y con familias de esta cultura, sintiendo el fétido frio interior de su cueva individual y de la colectiva que llaman “familia” pero que en ningún momento lo es en realidad porque esta es tierra sin amor; es una cultura que no sabe amar, y que no sabe de honor, ni de lealtad, ni de entrega, ni de compromiso.

¿Cómo me atrevo a decir eso? Es pura matemática. El verdadero amor entrega un regalo de uno mismo que siempre, aun en ausencia, sigue regalando: la identidad. Recientemente en una entrevista de televisión le expliqué a la entrevistadora que la paz, la serenidad, la armonía espiritual se lograba cuando lo que debemos ser y hacer y lo que queremos ser y hacer son una misma cosa: deber y querer. Para eso es preciso tener una identidad que conlleva una misión de vida. Sin saber cuál es nuestro deber en el cosmos, ¿cómo vamos saber si cumplimos con él? ¿Cómo vamos a saber lo que debemos querer si no tenemos idea de nuestro deber? Cuando se le da a un individuo – hijo, alumno, discípulo, aprendiz – una identidad y los medios para cultivarse de acuerdo con ella, se le ofrece el regalo que sigue regalando siempre. Cuando se le consiente, o se le compra un regalo, o se le da de comer, o se le da un abrazo, es una sensación que dura lo que duran sus momentos. Cualquiera puede consentir, regalar, dar de comer, o abrazar a un hijo, pero invertir de uno mismo lo necesario para moldear al individuo, para forjar su carácter, para adiestrar su mente – para darle una identidad – eso requiere verdadero compromiso, conocimiento, constancia, es decir, requiere entrega total: requiere amor. ¿Dónde se ve eso en esta sociedad? Al contrario: se repele como un abuso y se aborrece como un deseo malévolo de dominar. Lo más importante que me dieron mis padres fueron las bases de quienes soy, y no fueron lecciones con frecuencia gratas, ni amenas, ni en el momento bien recibidas por mí. Ese tipo de entrega si merece – y requiere – respeto, lealtad, y reconocimiento. Familia es como familia hace. Padre, madre, hermano, primo, tío, son todos títulos que van acompañados de responsabilidades, deberes, autoridades, privilegios, etc., y el que no cumple con su función no merece el titulo. ¿Dónde está ese conocimiento en esta cultura que indique cuales son las responsabilidades y los deberes de cada una de esas posiciones familiares? No lo hay. De hecho, gran parte del proyecto de Confucio fue precisamente el de establecer la necesidad de delinear las responsabilidades sociales y familiares para que las personas supieran cumplir con su deber. MAMBA es el único programa integral del paradigma humano que se adentra en lo psicológico-espiritual y también en lo social-cultural. De hecho, donde ahora solamente hay cuevas, hay todo un patrimonio psicológico-social-cultural que construir, o al menos hay que dejar establecidos los planos para el mismo; la construcción la dejo a los maestros de la albañilería del futuro.

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.

jueves, 20 de octubre de 2011

Jueves, 20 de octubre, 2011 REPORTE DE MADRUGADA

En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: Recamara privada
Estado Anímico: Favorable.
Estado Físico: Cansado, sediento.
Estado Cognitivo: Lúcido.

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Son las 5:27 de la mañana y llevo casi una hora trabajando en distribuir “Desde el ojo del huracán” y en organizarme para el día de hoy. Ayer cuando me levanté y traté de terminar el capítulo II de “Desde el ojo del huracán” me encontré en un laberinto de ofuscación cognitiva, tan inusual en mí y evidentemente vinculado al cansancio acumulado, y que no me permitió producir. Finalmente se me ocurrió volver a dormir para soñar la respuesta, es decir, entrar directamente en un estado onírico a modo de viaje mental para que el ‘YO’ me indicara cómo continuar y terminar el capítulo ya que el ‘Yo’ era incapaz de seguir al volante. Sorprendentemente o no dio cierto y al despertar logré terminar el capítulo de corrido. La técnica, que yo me acuerde, no la había empleado nunca – deliberadamente entrar en una siesta para soñar. Es totalmente análogo a entrar en un trance hipnochamánico para hallar respuesta o solución, ya que el estado onírico lúcido y el hipnochamánico son ambos fases mentales imaginoceptivos análogos, salvo que en un caso del sueño lucido se alcanza estando dormido, y en el hipnochamánico se logra estando despierto. Ambos son utilizados por las tradiciones chamánicas para sus ‘viajes’ mentales. Hay toda una gran dimensión de MAMBA que es el Hipnochamanismo o la Meta-Programación Imaginoceptiva (MPI) que codificar y compartir. ¡Próximamente!

            Hoy toca dos entrevistas televisivas. Una sobre el aborto, la otra, de noche de 9 a 10, va a ser sobre MAMBA y el KAIZEN Center de MAMBA Ryu. Para el del aborto voy a preparar un conjunto de citas que representen las actitudes bíblicas en cuanto a la mujer, actitudes que se reflejan perfectamente en la cultura latina y que vienen a desembocar en una desposesión de la mujer hasta del dominio de su propio cuerpo.

Sigo teniendo sed. Voy a aprovechar y tomar mi ración diaria de creatina en preparación para mi entrenamiento de hoy. Hoy toca trabajo de saco y comba en el gimnasio, más yoga y meditación Kundalini o trabajo de imaginocepción (hipnochamanismo). Ya veremos cómo va la mañana. Creo que mi pierna esta mejor, pronto comenzaré a entrenar de nuevo para mis carreras largas por la playa.

Lista larga de libros completados: 1) La Bitácora de Shodai, Vol. I; 2) La Bitácora de Shodai, Vol. II; 3) El Diario de un Sennin, Vol. I; 4) Tiempos de Miakoda, Vol I; 5) Maestros KAIZEN, Vol I;  6) Mandated Report, Vol I; y 7) Cuentos Chamánicos de Omayok el Grande, Vol. I. Pendientes para el año nuevo: 8) Introducción al Tao de MAMBA; 9) Mandated Report Vol. II; 10) Desde el ojo del huracán, Vol. I; 11) Desde el Escritorio del Fundador, Vol. I; 12) Penuel: El Rostro Descubierto de Dios. Así comenzaré el año nuevo con una docena de libros para venta/promoción y dejará paso para otros proyectos literarios que quedaron pendientes como: 13) El Sendero de Julio Wolf; 14) Notas desde la Quinta Dimensión; 15) La Era del Sennin; 16) una colección de poesías, 17)  Las Artes Mentales del Sennin: Enseñanzas Secretas, y 18) El Tao del Arte de la Guerra: El Manual del Sennin antes de volver a añadir más volúmenes a Tiempos de Miakoda, Cuentos Chamánicos, y Maestros KAIZEN.

El llamado de las ciencias, de las matemáticas, de VIPERS es fuerte para el año que viene, igual que Operación Edén que florecerá fuerte este nuevo año. Tambien con la nueva cámara vamos a comenzar el proyecto de filmar los primeros 3 kyu (9º, 8º, y 7º) de Black MAMBA, etc. Mucho trabajo por delante.

Visualizo a la totalidad de mi obra como una supernova que explotará al mundo creando una nueva galaxia de perspectivas y entendimiento. Nadie que haya compartido espacio y tiempo conmigo ha dejado de sentir la intensidad de esa energía.

6:47 AM, pronto amanecerá. Hora de cambiar de marcha.

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.

martes, 18 de octubre de 2011

Martes, 18 de octubre, 2011 REPORTE MATUTINO

En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: Recamara privada
Estado Anímico: Favorable.
Estado Físico: Regular; infección de las anginas, molestias estomacales.
Estado Cognitivo: Ligeramente desconcertado.

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Desde el sábado me he sentido algo abatido con respecto a la salud de mi madre y el inminente final de una figura sempiterna en mi vida marca el cierre de un gran ciclo. Todo pasa en la vida, hasta la vida misma. El dolor de garganta de estos días ha agudizado a pesar del antibiótico, el cual ocasiona estragos en mí estomago; de todas formas hoy iré al gimnasio: así me sentía el viernes.

            El programa de televisión del lunes estuvo bien, logré comunicar lo que quería sobre la situación de la guerra contra el narcotráfico en México y contribuir a abrir mentes y despertar conciencias a ciertos telespectadores. Pero ocurrió algo interesante. Los primeros quince minutos del programa se ocuparon entrevistando al encargado de un programa de educación de la municipalidad de Rosarito. Mientras, mi acompáñate y yo estábamos observando el programa en vivo. De pronto tuve una ‘preocupación’. Le dije a mi compañera, “¿Has apagado tu celular?” “No”, me respondió. “Apágalo ahora.” Conforme lo sacaba para apagarlo sonó el celular de Chema, el entrevistador, en vivo. ¿Coincidencia? Es posible. Más, ya de noche y durante la clase de los Sempais, les comentaba a los alumnos sobre mis sueños. En uno de ellos yo llegaba a la clase de Black MAMBA para verlos haciendo unos movimientos de pies raros. Pregunte, “¿Qué estáis haciendo?”. Me respondieron que estaban creando un baile de Black MAMBA. Les dije que en ese caso tenían que incorporan otros movimientos, y les conté de donde venían etc. Conforme les contaba el sueño se echaron a reír. Les pregunté que de qué se reían. Resulta ser que uno de ellos había sugerido en una clase reciente, y no estando yo presente, que debíamos tener un baile de Black MAMBA. ¿Coincidencia? También es posible. Muchas coincidencias.

            Tuve otro sueño esa noche. Nelson Mandela era un alumno de MAMBA y le estaba aplicando a él y a varios muchachitos africanos un examen de grado. Entre los requisitos estaba aguantar una prueba de dolor. Yo demostré con un ejercicio de estiramiento de mis hombros. Cuando le tocó a Mandela se sentó en el piso en ‘seiza’ (posición de meditación Zazen); de alguna forma sabía que había se había lesionado uno de los hombros y le pregunté disimuladamente cual de los dos hombros era el ‘sano’; me lo indicó y fue ese el que le estiré. Aguantó sin rechistar. Durante la ceremonia de promoción cuando me tocó dirigirme a Mandela sentí una gran emoción en la garganta; de pronto mi hijo Jimmy interrumpió la ceremonia para agarrar unas colchonetas y me sentí aliviado puesto que me dio unos segundos para tragarme el nudo de emoción que traía en la garganta. Dirigiéndome a todos los presentes hablé del gran honor que era para mí contar con Nelson Mandela entre nuestros alumnos y que él era el modelo de lo que el Ryu quería forjar de todos los jóvenes que estaban ahí presentes. Me desperté de pronto después. Y tardé unos minutos en comprender el mensaje, que estaba bien claro: el objetivo del Ryu en las Américas es de crear una generación de ‘Mandelas’.

            Me preguntó un alumno que si había algo más allá de Sennin:
·         “Sennin es mucho… pero hay grados de Sennin.”
Yo mismo estoy notando que la metamorfosis que se inició hace con mi Gran Entendimiento progresa. Cuando era niño y estudiaba y practicaba diversos tipos de yoga los maestros hablaban de “siddhis” o “siddhi”: (http://the-wanderling.com/siddhis.html)

SIDDHI (en sánscrito: "logro", "logro", la "perfección"). La Siddhi es un término se aplica en su mayoría a una variedad de capacidades psíquicos o poderes relacionadas a lo espiritual  manifestadas por los adherentes al hinduismo o al budismo. Mediante el reconocimiento de la vacuidad, la claridad y la apertura de la mente, diferentes cualidades surgen de manera natural, ya que forman parte de la mente. El Buda, cuyo nombre personal Siddharta se basa en la raíz de palabras y significa "aquel cuyo objetivo es logrado", distingue entre dos tipos:
Siddhis normal: todas las fuerzas del mundo condicionado que transforman elementos.
Siddhis extraordinario: la capacidad de abrir los seres para las verdades liberadoras y esclarecedoras, para llevar a la realización.

Siddhi suele definirse como "un poder mágico o espiritual para el control de sí mismo, a otros y a las fuerzas de la naturaleza." Los siddhis descritos por los ocultistas y los yoguis son en realidad los estados de percepción supranormal a disposición de todos los seres humanos. Estas son habilidades absolutamente naturales que puede ser explicadas en términos muy racionales. No hay nada misterioso o mágico en los Siddhis.

Siento que el ciclo de una gran espiral ascendente se está cerrando, completando. Kundalini, el ‘factor Sennin’, mi extraordinaria capacidad de lograr, de completar, de concretar, de ‘ver’ más allá de lo evidente, el ‘miedo’ que sienten muchas personas a un nivel primordial, esencial, en mi presencia por una parte y la atracción por otra – como una polilla a una lumbre – siento que me estoy descubriendo, como un niño que empieza a aprender a programar su Ipod. Soy escéptico por naturaleza y por entrenamiento, pero no soy ciego. Cambios se ocasionan dentro y alrededor de mí. Todo es todo y esos cambios no son independientes, no están desconectados. No diré lo que pienso: la verdad pero no toda la verdad. Algo sí sé y tengo bien claro: nada ni nadie están en control de mí salvo  el ‘YO’ y con participación asesora del ‘Yo’. Pero algo toca a la puerta de mi paradigma personal que quizás requiera una seria revisión. Quizás sea hora de revisar que mi capacidad de superación, de consecución, de visión, correspondan a una serie de posibilidades mentales más allá de lo que anteriormente estuviera dispuesto a aceptar a considerar. ¿O es eso mismo ‘ego’ por mi parte? ¿Es negarlo ‘ego’ o considerarlo ‘ego’? No, considerarlo es simplemente ser científico, analítico, honesto. El no considerarlo sería obtuso, ignorante, deshonesto. “Cuando has eliminado lo imposible, lo que permanezca, por muy improbable, es la verdad.” (Sherlock Holmes). Hay que eliminar lo ‘imposible’. Bien, habrá que abrir portales a pendientes de perspectivas de la realidad muy, muy escurridizas de nuevo para dejar asentadas ‘nuevas’ verdades que puedan surgir de considerar antiguas ideas y separar las supersticiones de las realidades. ¡Otro desafío digno!

En otro ‘frente’, fichas caen y panoramas se aclaran. Me di cuenta recientemente de algo que ya tenía claro – suena raro eso – pero es en referencia y aplicación a mis circunstancias ‘personales’. Mi condición de Shodai simplemente no deja lugar para relaciones – intimas o familiares – en las cuales exista un intento de encajar conmigo de otra forma que no sea como miembro del Ryu; es decir, si no entablas conmigo como mi alumno/discípulo, no va a haber espacio para una ‘relación’ que no sea sumamente superficial y mundana: el vendedor del gas, el que nos hace los bordados en los uniformes, etc. Cuando las personas me preguntan, “¿y aparte, que te gusta hacer?” – se me dificulta explicar:
·         “¿Aparte?”
·         “Sí.”
·         “No hay ‘aparte’.”
Les trato de explicar empleando a un obispo o un cardenal como ejemplo, no sé si entienden, pero yo sí sé que entiendo que sin entender y aceptar esa condición esencial de mí, es imposible que alguien pueda llevar una relación personal o íntima conmigo – como pareja, como amistad, como pariente. El Instituto KAIZEN Center de MAMBA RYU es el templo de MAMBA y yo, Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra, soy su sumo sacerdote. Ser o no ser MAMBA divide a las personas en el mundo en dos categorías respecto a la posibilidad de una convivencia personal conmigo. No hay excepciones:

¡Ya no hay volteo!
¡Ya no hay expiación!
Sé lo que digo y digo lo que sé:
¡Oye! ¡Que te hablo de revolución!

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.