miércoles, 11 de julio de 2012

Martes, 10 de julio, 2012 REPORTE INICIADO A LAS 4:18 AM


En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: RECAMARA PRIVADA DEL PLEXO
Estado Anímico: PACIENTEMENTE PACIENTE
Estado Físico: ACEPTABLE
Estado Cognitivo: PERSPICAZ

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Parece ser que la escena de decapitación de mi sueño de esta mañana, descrita anteriormente en este mismo documento, escandalizó a alguna persona, alegando que “revelaba mucho” de mí, que “daba miedo” y que soy un “salvaje”. Jejejeje Por una parte es bueno saber que ALGUIEN me lee pero lamentable saber la falta de nivel del escaso lectorado. Aparte del hecho de que era un sueño y por lo tanto alegórico por naturaleza, no me sirvió de gran cosa señalar a esa persona que en el sueño yo era un rey godo y que en aquella época decapitar a enemigos era algo bastante común y convencional – claro que la persona no sabía siquiera lo que era un godo, mucho menos de las costumbres y las prácticas de la época antigua. ¿Qué puedo decir? ¿Que si llegara a ser un rey godo concertando una alianza contra los romanos que amenazan esclavizarnos que no cortaría alguna cabeza? Pues no, yo no diría eso ya que lo más seguro es que sería mentira: en aquella época y bajo aquellas circunstancias lo más seguro es que sí cortaría cabezas, como era la costumbre para líderes militares en aquellos tiempos. Lo único que puedo asegurar es que a mis casi 49 años de edad nunca he decapitado a nadie – salvo metafóricamente, claro – y que en las circunstancias en las que me muevo – lejos de ser un rey godo, lidiar con romanos, etc. – prometo literalmente no cortarle la cabeza a nadie.

Le pregunté a la persona que si había visto la película de Che Guevara, “sí”, “¿y la escena en la que admite en público los fusilamientos?” “Sí”. La disciplina militar exige pena capital por conductas inaceptables como el pillaje y la violación de civiles, el amotinamiento, o la deserción. Esa es “de cajón”. “El código del guerrero requiere ese tipo de castigo severo para impartir la disciplina de la auto-disciplina.” Eso tampoco caló. Lo absurdo de la situación no es tanto que la persona se escandalizara, sino lo que implica. Por una parte, lo peor de todo es que aquí la gente no tiene ni idea de lo que se precisa para el liderazgo. El liderazgo implica responsabilidades, premios y castigos; claro, diríase, la falta de entendimiento del liderazgo va conjunto con la falta de héroes y de heroicidad; la falta de hombres y de hombría; la falta de honor; la falta de disciplina y la falta de auto-exigencia o autodisciplina. Esas faltas, esas ausencias en la cultura son claramente propias de una “mentalidad esclava” o “colonizada” y no de una “mentalidad maestra”. La ausencia implica, por razonamiento lógico, lo que sobra, y lo que sobra es la autoconmiseración, el resentimiento, la indefensión aprendida, el espíritu de desafío ante lo que no se entiende porque no se acepta, en vez de un espíritu de aprendizaje y comprensión antes de la crítica. Implica, por extensión, una soberbia tácita a la hora de no comprender – ni aceptar – que las costumbres y los valores son cuestiones de contexto histórico-cultural. Es decir, la soberbia de creer que sus propias perspectivas, tan limitadas por su incultura, son dignas y suficientes para establecer un juicio objetivo y terminal. Es el resultado de la ausencia de una clase intelectual que eduque y que por consecuencia resulta en la falta de un pueblo que acepte la educación. ¿Cómo educar a una gente así? Quisiera decir “no lo sé” y “apaga y vámonos” pero no me consiento tales actitudes. Lo que hace falta es precisamente cortar las cabezas ideológicas – las que fomentan tales ideas - que inspiran esas actitudes. El otro día hablé en clase de la futilidad del proceso electoral-democrático en una sociedad fundamentada en una mentalidad colonizada – un pueblo ignorante es fácil de manipular – y que hasta que no se educara el Pueblo ningún régimen impartiría una diferencia porque el problema es de raíz. Es algo que llevo pregonando desde hace años ya que la misión del Instituto KAIZEN Center de MAMBA RYU consiste precisamente en impartir esa enseñanza. Me preguntó entonces una alumna que qué sería lo primero en enseñar. “Filosofía”, respondí. Como resultado de esa conversación decidí escribir mi propio texto de filosofía titulado “Las Enseñanzas del Sennin: Introducción al Camino de la Sabiduría” e impartir un curso comenzando a finales de julio basado en ese mismo libro. Ahí cortaré cabezas – las cabezas de la ignorancia y de la soberbia.

Ningún ser salvaje comete un acto de brutalidad innecesaria – siempre hay un propósito o de supervivencia o de altruismo. Para la brutalidad egoísta, sin medida y sin compasión hace falta ser civilizado. Es cierto, sigo siendo un salvaje.

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.

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