En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión.
Ubicación: RECAMARA PRIVADA
Estado Anímico: RAI KAI SHIN
Estado Físico: Agotado pero inagotable – RAI KAI SHIN
Estado Cognitivo: RAI KAI SHIN
El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Hoy no ha sido el día más productivo pero sí agotador: mis “exigencias intestinales” lamentablemente sacaron mejor partido de mi día y de mis energías, pero supe, como casi siempre, aprovechar el tiempo de otras maneras. No todo en las funciones del Shodai de un Ryu tiene que ver con producción laboral – el contacto con personas y el reclutamiento de nuevos miembros del Team MAMBA es indispensable también, y ese aspecto sí fue un día tremendo. Nuevas ideas y nuevos participes para proyectos que están cociéndose a fuego lento. La gente a veces pierde de vista que esto es un Ryu de NINJUTSU, o sea, somos ninjas – modernos, adaptados al mundo actual, MAMBAS pero MAMBA ninja no obstante.
Me pesa la lentitud con la cual logro plasmar mis enseñanzas para mis alumnos y para la posteridad. Hasta cierto punto es obvio que la oruga nunca podrá comprender a la mariposa, pero si no logro dejar bien detallado el camino hacia el proceso de esa transformación habré en parte fracasado; morir sin haber logrado que al menos varios de mis alumnos alcancen el Gran Entendimiento – el nirvana, el satori, la iluminación – sería mi fracaso como maestro, me dejaría por debajo del Buda como contribuidor a la humanidad es ese aspecto tan importante para el desarrollo del Ryu, la cual no es posición que no tolero. Si bien no me cabe la menor duda de la superioridad de MAMBA para la superación total e integral del individuo occidental – física, mental, e espiritual – respecto al budismo, taoísmo, Zen y confucionismo de las debe una tremenda deuda, la falta de iluminados alcanzados – Shihans en nuestra tradición de MAMBA – sería una tremenda deficiencia y por lo tanto algo que me ocupa y desvela. Es indispensable crear una serie de eslabones firmes que aseguren una cadena ininterrumpida, continua, intacta, de Shihans desde el fundador hasta cualquier futuro, presente en al menos varios países de la Hispanidad.
Ningún individuo en la historia ha jugado “la Gran Estrategia” como la he desempeñado desde hace ya décadas. Se precisa la Gran Visión para comenzar, y por consecuente la Gran Misión. Pero se precisa de varias aptitudes, como una sagacidad, una perseverancia, y una paciencia francamente sobrehumanas – de un “ultrahumano” como me han llamado - entre otras. La paciencia de la tortuga consiste en no frustrarse no importa la espera, y así he logrado evitar que el paso del tiempo – décadas en algunos casos – desgastara mi filo; la inagotable tenacidad del lobo me permitió perseverar y no rendirme en la persecución; la sagacidad del lince me dio la visión a la esencia de las cosas, una perspectiva más allá de las ilusorias apariencias; la intrepidez del carcayú me cultivó un espíritu sin miedo y la consecuente ausencia de la Sombra que ocasiona; la araña me instruyó en la creación de posibilidades al tejer una red tan elaborada como inescapable; el águila me enseñó como tener todos los detalles del bosque a la vista a la vez antes de comprometerme al vuelo; etc., etc. Si lograr lo imposible agota, entonces enseñar cómo lograrlo remata. Pero el Sennin opera siempre bajo “cogitans et factum” – “pienso y hago” de ahí que de la Gran Visión a la Gran Liberación solo sea un parpadeo.
El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.
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