En el principio érase el nin, “espíritu bajo
disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el “maestro-sabio del nin,”
el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión.
Ubicación: BIBLIOTECA “JULIO WOLF” DEL
PLEXO
Estado
Anímico: FAVORABLE
Estado
Físico: FAVORABLE
Estado
Cognitivo: FAVORABLE
El
Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: De los mejores libros que he leído
en mi vida sobre la musculación han sido los que tenía cuando era chaval en
España; lamentablemente se perdieron por el largo camino de mudanzas, pero aún
me acuerdo de un comentario muy cierto en uno de ellas: “todo los demás siendo
igual, el atleta más fuerte gana”. Eso es cierto para todo. El que desprecia el
valor de un buen desarrollo muscular es sin duda un enclenque amargado o un
debilucho acomplejado: no se puede menospreciar la importancia de la fuerza
física en particular, ni de la condición física en general. Si he no solamente sobrevivido
sino superado las condiciones a través de las cuales me he visto sumergido ha
sido gracias a una mente fuerte dentro de un cuerpo fuerte – ya lo decían los
romanos: “mens sana in corpore sano”. De ahí que con mi mini-gimnasio interior
ahora dedico una parte de mi día a la musculación, a la cual añado yoga y salto
de cuerda – que acabo de descubrir que puedo hacer en la tranquilidad de mi
sala de entrenamiento – con frecuencia mientras atiendo a uno u otro documental
pertinente. No se puede malgastar ni un instante: SEMPER KAIZEN.
Tengo cuatro aparatos esencialmente
que empleo en mi programa de “musculación dinámica” – llamada así porque voy
rotando a diario la lista de ejercicios – (1) un Soloflex que permite un
desarrollo muy completo y a bajo impacto del cuerpo, (2) una estación de
elevación donde puedo practicar dominadas, elevaciones de pierna, y fondos, y
donde junto con (3) las tobilleras de elevaciones, puedo colgarme de los
tobillos y hacer ejercicios de mi rutina como sentadillas invertidas y
flexiones abdominales; finalmente (4) tengo los extensores que proporcionan una
herramienta adicional muy versátil con el que hago unos cuatro ejercicios de
los muchos más posibles.
Siempre me ha gustado saltar la cuerda desde que aprendí –
ya ni me acuerdo cuando, pero de seguro antes de los seis años porque tengo
memorias de saltar “sal y pimienta” (extra-rápido) a esa edad con las chicas
mayores de mi vecindad de Binghampton, New York, en sus juegos con la comba. Me
gusta el efecto del bombeo regular de sangre al entrar en un ritmo hipnótico.
No lo había pensado hasta ahora pero me doy cuenta de que eso era lo que me
atraía – y me atrae – tanto a saltar la cuerda ya que viene a ser como un
trance ritual sin duda en nada diferente al de mis ancestros amerindios o
africanos en sus agotadoras danzas rítmicas al son de tambores. Tengo la
inmediata tentación de probarlo hoy mismo, de poner música ritual de tambor y
saltar la cuerda, pero después de la vuelta ciclista a Playas de esta mañana
que me deja los muslos hechos papilla no va a pasar hoy.
De seguro soy un extremista radical. Siempre lo he sido, uno
de mis lemas de vida ha sido, “si algo no puede hacerse en exceso no merece la
pena hacerse”. Por eso, entre otras cosas claro, no me he dado a la bebida ni a
la droga: me gusta demasiado el exceso que conlleva a la fortaleza, a la
destreza, a la superación, a la maestría, o al menos a una buena extenuación que
no sea destructiva, como cuando me tomaba baños ardientes y saunas abrasadores.
Estoy recuperando de las lesiones de las corvas de las
piernas. Es un proceso lento pero seguro. Las nuevas pastillas de
magnesio-potasio me han ayudado maravillosamente con los calambres y espasmos
que me acosaban a diario sobre todo en esas partes de las piernas y que
llevaban luego a tirones y finalmente al desgarre que me incapacitó. La
nutrición es clave aún más con la edad, de ahí que estoy siendo mucho más
cuidadoso que nunca con la ingestión de alimentos reduciendo, si es que no
eliminando, en todo lo posible grasas, azúcar blanca, hidratos de carbono
simples como el pan. Acabo de incorporar también tabletas de glucosamina y
condroitina para la salud y rehabilitación de mis articulaciones.
¡Hora
de comer!
15:44. Ya terminé de comer y de preparar la
clase de KAI-ZEN con Mayra-san, la alumna uchi-deshi que pronto estará empleada
de instructora de una clase matutina de KAI-ZEN aparte de liderar las clases de
KAI-ZEN los viernes por la tarde de 5:30 a 6:30. Con su cooperación y
colaboración KAI-ZEN se está convirtiendo poco a poco en una disciplina
estructurada. Ya vamos por el Movimiento 7º – el cuál voy a separar en dos, así
que el 8º – casi la mitad de la
secuencia completa de la primera serie de “El Dragón Despierta”. Hay progreso y
pronto filmaremos toda la secuencia y la lanzaremos al público en general en
nuestro canal de youtube.com. Estamos esperando a los uniformes nuevos de
KAI-ZEN/Kobudo. (Por cierto, quiero inventar una variación del nunchaku hecha
de cuero y baqueta en vez de madera y cadena o cuerda. Sería mejor para
entrenamiento y hasta útil para prácticas combativas. Ya lo llevo pensando
desde hace tiempo. Lo llamaré el “MAMBA-chaku” y en cuanto arregle el X-Terra
iré al centro donde me hacen los amarres de los Kai y encomendaré a que me
hagan el primer prototipo, quizás la semana que viene ya.)
Hoy también comienzan las clases del
club de Go que tendremos que promover a través de Playas y el resto de Tijuana.
Queda decidir si nos vamos a incorporar a la “American Go Association” o
solamente a la Asociación Mexicana. Acabo de mandar un correo al presidente de
de la asociación mexicana de go para ver cuáles son los trámites necesarios
para registrarnos como club nacional. Luego haré lo mismo con la asociación
americana.
Julio Wolf… ¡Ugh! Me he metido en un
buen lio ahí. El camino que he tomado sobre todo con la “Historia de Kwi Kwa Ju”
requiere de mi un profundo estudio histórico/antropológico al menos de tres
culturas: la Vikinga, la Inuit, y la Innu – de sus rituales, de su tecnología
de caza, de su comercio, de su artesanía, de su tecnología de construcción de
armas, vivienda, ropa, naves, de sus mitos, etc., etc. Además de esas tres
tengo que calarme de la geografía, la climatología, la geología, la fauna, y la
flora – sobre todo las plantas comestibles y de uso medicinal – del territorio
del noreste del Canadá y del oeste de Groenlandia. Y en base a esos parámetros históricamente
y culturalmente factibles continuar con la creación de una narrativa de
“realismo chamánico” que aporte en contenido alegórico al ‘todo’ que es la
novela del Tao de Julio Wolf y de MAMBA en general. ¡Eso sí que es el desafío
digno! Siento que estoy estudiando más ahora que cuando estaba cursando en mis
estudios universitarios.
También en la “Bitácora del Capitán
Wolf” tengo mucho material que investigar para aportar a las siguientes
anotaciones. Los proyectos de Julio Wolf de sus estudios en Inglaterra sobre la Revolución Rusa, la Revolución
China, la Rebelión de los Boxers, la Revolución Mexicana (o “Mejicana” como
reportaría él en la España de 1975), la Guerra de los Boers, y la Guerra
Anglo-Zulu me va a ocupar tiempo en su reconstrucción. Me siento como si
estuviera tomando una nueva dimensión profesional: la de filósofo o analista de
la historia. He trabajado como asistente de investigador bajo el Profesor
Tulchinski, profesor de historia de Queen’s University, indagando en fuentes
primarias como en periódicos, microfichas, y hasta reportes gubernamentales
desclasificados de la época y sobre la temática en cuestión, y he trabajado
también como profesor de historia de las religiones del mundo y asistente de
profesor de historia universal, pero eso no es lo mismo que *ser* un filósofo o
analista-histórico. Ser un analista-historiador implica no solamente la
adquisición de información con el fin de propagarla sino su análisis con fines
interpretativos, la formulación de una teoría sobre la historia misma, sobre su
progreso, sobre su destino, sobre los factores predominantes que configuran el
primero para desembocar en el segundo. Nunca estuve a gusto con la teoría
histórica de Hegel con su idea de que la historia progresa como el resultado de
una serie movimientos que son primero agónicos y luego sintéticos, o sea, su famosa
“tesis, antítesis, síntesis”. Tampoco me trago la teoría marxista de que la
historia es el resultado de la “lucha socioeconómica de clases”.
Me interesa, siempre me ha interesado, desarrollar una
perspectiva de la historia que me diera una teoría explicativa propia, más
integral y menos simplista que las de Hegel o de Marx. La historia fluye, como
un sistema dinámico, formando patrones que deberían ser hasta cierto punto
predecibles y mutables, manejables, influenciables. De nuevo todos los caminos
llevan a VIPERS – VIPERS debería poder representar tanto estados como movimientos
históricos, simularlos, y ofrecer escenarios resultantes que luego podrían
compararse con la realidad histórica para ver si el simulacro fue acertado o
no. Una vez dotada de esa capacidad, VIPERS podría hacer lo mismo con el presente respecto al futuro. Da
para pensar. Da para “ciclos cognitivos”. Mientras que me reanimo para
adentrarme de nuevo en el Vietnam de VIPERS, tengo que encontrar la forma de
salir de mi presente Afganistán que es Julio Wolf.
Me voy a estudiar. Esta noche tengo un seminario que dirigir
y el domingo un seminario largo de 7 horas sobre la Sombra. Ya di mi vuelta
ciclista a Playas e hice yoga, aún me queda entrenamiento de musculación. Luego
me dice mi madre que me excedo. Jejejeje. ¡No tiene ni idea!
El inexorable avance imperialista de MAMBA sigue en
progreso. Lo bueno es que puedo contarlo todo con la tranquilidad de saber que
nadie ni tan siquiera me entiende… La única explicación necesaria estará en los
hechos.
El ojo que se ve,
El filo que se corta
No preciso escudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario