miércoles, 21 de diciembre de 2011

Miercoles, 21 de diciembre, 2011 REPORTE INICIADO A LAS 5:10 AM

En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: COCINA DEL INSTITUTO KAIZEN CENTER DE MAMBA-RYU (ALIAS “EL PLEXO”)
Estado Anímico: Neutral, sereno
Estado Físico: Soñoliento, ligeramente incomodo del estómago.
Estado Cognitivo: Relativamente lúcido.
                                                                                        
El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: Llevo demasiado tiempo levantado, demasiado para lo poco que he hecho productivo. Vi una entrevista de mi hermano en una emisora local de Nueva York sobre el ComicCon – la convención de comics de Nueva York – muy elocuente, muy fuerte, muy “en su poder”. J Me agradó mucho verle así. Mucho progreso desde que le cambiaba los pañales. Cambiar pañales, como entrar en la Sombra de los pacientes, alumnos o discípulos. Cansa, desgasta, y en el momento eres el destinario del olor fétido no solamente de la experiencia misma – que nunca es agradable experimentar la fealdad psicológica de las personas – sino también de su odio por haberles dejado al descubierto, por haber revelado lo que con tanto esmero y con tanto empeño ocultan de sí mismos. En fin.

            No debería estar despierto y seguramente el café no me hará nada – de hecho el café nunca me hace nada, bueno, si es un mal café me hace doler el estómago, pero aparte de esos sus efectos estimulantes pasaron a la historia y lo tomo porque todo hombre tiene el derecho de consentirse en algo ya que ni el té lo tomo con azúcar ya.

            Terminé el primer capítulo del segundo volumen de Cuentos Ancestrales de Omayok el Grande. La nueva mitología de MAMBA continua y un universo de personajes humanos y animales, físicos y “espirituales” sigue desenvolviéndose para las generaciones futuras. Me he consentido – si ya van dos, el café con leche endulzado y el lujo de trabajar en lo que me da la realísima gana – en progresar en esta obra, quizás no mi más apreciada aportación pero si a la que más cariño tengo. Empezaron los principales personajes – Amarok, Tatanka, Oyabun, Miko, Sombra, Shiken Haramitsu Daikomyo, Jefe Papis, y otros aún por aparecer – en los cuentos que contaba a mis hijos Alex y Julia – Alexio y Julila – cuando les hablaba por webcam, y se ha evolucionado en un mundo mágico y literario para la expresión de toda una ideología que se implantará en las imaginaciones de cada día más y más personas. He estado – estoy – atrasado en mis otros proyectos, y en mi acondicionamiento personal, de hoy no pasa regresar al gimnasio al menos que esté lloviendo a cántaros; también toca correr. El último entrenamiento de carrera me dejó las piernas inservibles durante casi una semana. ¿Proyectos pendientes? ¡Uf! Demasiados para comenzar a contar. La idea me agota y solo de pensarlo me mandaría de nuevo a la cama. ¡Crear todo un mundo nuevo! No me bastaba con crear un nuevo arte marcial… No. Toda creación está hecha a la medida de su creador. J.R.R. Tolkien me viene de pronto a la cabeza. ¡Qué tremenda obra! Y sin embargo, ¿por qué no cumplió con su función intencionada de servir como una nueva mitología? Creo que porque es demasiado sofisticada, demasiado fantástica. Los personajes de Omayok son humanos, muy humanos, sus diálogos nos resuenan, nos enseñan a ser más humanos, nos enseñan cómo ser humanos.

            El otro día me acordé de cuando Alex y Julia todavía venían a visitarme como cuando caminábamos o viajábamos por cualquier lado nos imaginábamos encontrar señas y huellas de Oyabun y sus secuaces y esbirros, cómo se había convertido en una presencia constante en nuestras vidas, una presencia que representaba la maldad en el ser humano, el lado malévolo en las personas; una presencia contra la cual teníamos que combatir constantemente ya que en los cuentos que los tres colaborábamos para completar, entrabamos junto con nuestras mascotas Miko nuestra perrita Kai Ken, Sombra la gata negra de Julia (que no debe confundirse con el ‘Yo-Sombra’ del espíritu humano) y Ninja el hurón de Alex, y a veces otros familiares como su hermano mayor Jimmy, para combatir las fuerzas de la oscuridad.

            Ahora toca comenzar el siguiente capítulo que iniciará al menos con una crónica de la Orden del Jaguar Negro. Estoy esperando que me lleguen unos libros de fisiología arácnida para avanzar más en ese frente, puesto que “Partes Colgantes” – por ahora el “Hombre sin Nombre” – se convertirá en una araña y preciso saber mucho, mucho más sobre sus costumbres, hábitos, sentidos, sistema nervioso antes de entrar en ese capítulo. Cuentos Ancestrales de Omayok el Grande es una gran obra que tendrá que servir múltiples propósitos: manual para el MAMBA Chamanismo, libro de texto para la ideología filosófica-espiritual-existencial MAMBA, vehículo para la difusión de MAMBA entre las mentes infantiles y juveniles, nueva mitología para el siglo XXI, compendio psicológico y sociológico para la identificación y el tratamiento del ‘Yo-Sombra’, etc.…

            Comienza a amanecer. Tengo hambre… y sueño. Hacía tiempo que no contribuía a mi Diario, tanto así que personas me han contactado para saber si estaba bien. Es una sensación muy agradable saber que hay personas que, a pesar de mi estilo a veces tosco de expresión hacia mi prójimo, están pendientes de mi existencia, bienestar y salud. Afirman mi esperanza para la humanidad, esperanza de que se pueda rescatar de sí misma antes de que nos exterminemos y nos llevemos a más de medio planeta con nosotros. Si, los Cuentos de Omayok tendrán mucho que decir sobre la forma en la cual el ser humano – los cachorros de Oyabun – han destrozado el medio ambiente, han profanado con maliciosa vileza y perversa mezquindad la obra del Maestro-Creador Coco Liso y su fiel y leal mascota Mero Macho, el Coyote Negro.

Ya hay luz en el día. Me duele el hombro de no haber levantado pesas. ¡Qué sueño tengo! Una malteada de proteína, otro té de manzanilla sin azúcar y otro leche con café endulzado para compensar. OK. A ver que le toca hacer Ek Balam ahora… el mítico y poderoso patriarca de la Orden del Jaguar Negro…

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.

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