domingo, 4 de diciembre de 2011

Domingo, 4 de diciembre, 2011 REPORTE DIARIO

En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: CENTRO DE COMANDO Y CONTROL
Estado Anímico: Sigilosamente optimista – como un felino a una zancada de su propósito.
Estado Físico: Un poco cansado, algo dolorido.
Estado Cognitivo: Lúcido.
                                                                                        
El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: El día de ayer arrancó de una forma menos que espectacular pero previsible y el resultado de mi “proceso intestinal” como de costumbre fue agotadora en términos de tiempo y energía. Hoy estuve poniéndome al día con una joven y querida amiga – maestra de profesión – con la cual no había tenido ocasión de platicar en un tiempo. Le compartí una de mis últimas poesías sobre el estado de Latinoamérica, “Pueblo de Nadie”:

Pueblo de nadie

Tierra parca de sueños
Almas de esclavos
Pueblo que implora dueños
Y se vende por centavos

Tierra sin piernas ni ilusiones
Caminan arrastrados
Pueblo sin visiones
Donde se paran acostados

Tierra de pesadillas
Ni a soñar se atreve
Pueblo que nace de rodillas
Y lo mediocre promueve

Tierra de futuro ausente
Pueblo sin ídolos ni figuras
Colonizados de cuerpo y mente
Héroes sin bravuras

Tierra sin riqueza de visionarios
Pueblo de corruptos y vicarios
Exiliado de guerreros
Desterrada de sabios

Tierra de fueros
Pueblo de soberbias y apatías
Vacía de causas
Repleta de rebeldías

Tierra ignorante que rechaza enseñanza
Tierra supersticiosa y con eruditos resentida
Pueblo de infancia malcriada
De juventud desperdiciada y consentida

Tierra tan pobre que solo el dinero adquiere
Donde el que más tiene es el que vale
Pueblo sin compromiso ni disciplina
Tierra perdida, Pueblo de nadie

Por Shodai Sennin J.A. Overton-Guerra

Me comentó que “qué radiografía hiciste de la realidad; siglos de historia en tus versos”. Así es. Luego compartió su deseo de visitar al viejo continente para tenerlo como referencia. A lo cual respondí: “Soy el viejo continente con el arrojo del nuevo. Yo soy lo mejor del viejo continente
Soy el viejo continente con el arrojo del nuevo. Ahí son unos quemados, decrépitos, desgastados. Pero al menos tienen visión histórica, que aquí no hay. Esto es una adolescencia perpetua. Ahí están en su senilidad.” Si, Europa entera está en un estado de senilidad, de ahí que sean tan cáusticos  en sus comentarios hacia la innovación: son como viejos que odian a la juventud porque no les queda esperanza de volver a vivirla. Aquí son como necios que desprecian a la vejez porque no han tenido la experiencia para apreciarla. Así me he sentido entre Europa y las Américas: entre viejos demacrados, sin ánimos para el cambio, para la revolución por una parte, y entre adolescentes asociales, demasiado ignorantes para saber que precisan de tenerla. Me vino a la cabeza la poesía de Espronceda, de la Canción del Pirata, en términos del arrojo que tanto me inspiraba e inspira:

Canción del pirata de José de Espronceda

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Stambul:

«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.»


Ese es el brío que me llevó a ser Shodai, el “Primer Grande”, y a dominar abrasantemente con todo lo que hago y soy. Me di cuenta de algunas cosas muy importantes que no había formulado explícitamente en mis enseñanzas: la importancia de ese brío, de ese arrojo, de esa voluntad al poder. Esta falla, esa deficiencia me llevó a pensar, me ha inquietado. De pronto me acordé del Kundalini, de lo que me lleva inquietando en cuanto a su incorporación al paradigma MAMBA. Me acordé de que precisamente una de las razones principales que escogí una serpiente como icono y nombre de mi nuevo paradigma fue precisamente el Kundalini: el desarrollo del poder del Kundalini ha estado siempre, desde el inicio, presente en el diseño de MAMBA, aun cuando todavía era conocido como “Black Mamba”. Incluso en la entrevista del primer video jamás filmado de Black Mamba me refiero al cultivo del Poder de la Serpiente como una de las metas principales del revolucionario paradigma. Indudablemente el conocimiento del Kundalini, del Kundalini Yoga, que llevaba desde niño – quizás olvidado en gran parte por mi mente consciente pero grabada inexorablemente en la inconsciente – me ha ido guiando ya que sus enseñanzas forman parte del ‘YO’.  Ya lo había dicho, o lo había insinuado, la necesidad de más esferas: “El cuerpo de la serpiente crea una ‘sexta’ esfera: Cuando las cinco esferas están en armonía con el Tao de MAMBA, se dice que el individuo existe en otro nivel – “la sexta esfera” - el nivel del “GRAN ENTENDIMIENTO,” de la ILUMINACIÓN.” (De la “Introducción al Tao de MAMBA”) MAMBA, como vehículo de la transmisión de mis enseñanzas por el Sendero – el Tao – de mi vida, está incompleto con sus Cinco Esferas; hace falta otra dedicada e a la “energía”, a la “voluntad al poder” – ¡ganas! – que tanto ha sido el fuelle que ha avivando las llamas de tu horno interior. La energía es el tigre: es el fuego que enciende al volcán; el relámpago que estalla de la nube; el huracán y el tornado que mueven el aire; el terremoto que azota la tierra; la sabiduría es el dragón: cómo manejar todo energía con compasión y estrategia, con MAMBA KAIZEN. Dragones sí, ¿pero donde les enseño a mis alumnos a ser tigres? Tenemos el tigre y el dragón, el poder, la energía, la fuerza, y la sabiduría, la disciplina, el auto-control en varios logos; el problema es: ¿cómo enseñar, cómo inculcar esa fuerza, ese poder, esa volición, esa “voluntad al poder” tan indispensable para cualquier logro? Sin la energía la Esfera de Tierra es arcilla inerte; el Fuego se apaga, el agua se estanca, el viento se detiene, el vacío no tiene propósito porque no habría movimiento en su interior. ¿La energía será la “Nueva-Vieja” Sexta Esfera?

La conversación me llevó a externar otra importante introspección que de nuevo ‘sabía’ sin ‘saber’, es decir, que no había articulado con elocuencia.  La pregunta ha sido formulada hasta explícitamente por jóvenes en el Ryu y ha sido un tema que ha estado zumbando tediosamente en la periferia de mi vida íntima como una mosca fastidiosa amenazando profanar la sopa. “¿Por qué Shodai no se casa?” llegó un ex-alumno a preguntar a su madre – según ella, que por cierto mostraba mayor interés en el tema que pudiera tener un alumno, pero en fin, puras especulaciones basadas en demasiadas insinuaciones para poder ignorar.
Pues es hora ha llegado de dejar bien asentada la respuesta a la pregunta y sacar a quien sea de interesante el tema de su estado de duda. Por lo tanto, y hablando como portavoz autorizado de Shodai y la voz de su conciencia e inconsciencia la respuesta a la pregunta “¿Por qué Shodai no se casa?” es la siguiente:

Shodai no se “casa” – y con “casar” no me refiero al estado de compartir temporalmente un espacio habitual sino al compromiso formal del ‘CUMPLIR O MORIR’ del “matrimonio” – por una simple y clara razón: para que Shodai se “casara”  la “candidata” tendría que aceptar totalmente lo que Shodai “es” como Sennin y lo que “representa”: su disciplina, a su visión, a su posición como fundador y rector de MAMBA, de MAMBA RYU y del Instituto KAIZEN Center de MAMBA RYU; además, y como consecuencia y por lo tanto, la “candidata” tendría que estar completamente dedicada y abnegada al Sendero de MAMBA, al Camino del Sennin, a que Shodai le formara de acuerdo a esa visión – a SU visión. Si el Papa pudiera casarse, ¿se casaría con una atea? ¿Con una musulmana? ¿Con una judía? ¿O por lo contrario se casaría con una mujer que reflejara su posición, identidad, y (supuestas) convicciones?

Shodai es un artista de la formación de identidades; para que Shodai se “enganchase” con alguien con el propósito del compromiso de matrimonio esa “alguien” tendría que aceptar – y ser digna de – ser su “obra de arte”. Ese es el secreto del estado civil de Shodai. Shodai no precisa de que le “enseñen” nada – aunque acepta que aprende de todos y todo: SEMPER ERUDITIO – ni que le “conozcan” – para eso escribe y da seminarios, lecturas, etc. Shodai no es reacio a la idea del matrimonio, en absoluto. No obstante, quien no acepte a Shodai como “es” no puede amar a Shodai. ¿Por qué Shodai iba a querer casarse con quien no le ama? ¿Qué es Shodai? Shodai *es* - entre otras cosas – un “transformador” de personas: Shodai se dedica a amoldar, a cultivar, a forjar la excelencia personal en las personas, a todas las personas en su esfera de acción, de influencia. Shodai no sabe, no puede, no quiere, no se permite, aceptar la mediocridad en las personas en su esfera de influencia porque Shodai ES el Gran Maestro. ¿Acaso el “Encantador de Perros” tendría como mascota a un can desastroso o se vería impulsado a adiestrar a cualquier perro que entrara en su radio de autoridad simplemente porque eso es lo que hace (“encantar” perros) y lo que es (encantador de los mismos)?

Quien no esté de acuerdo con lo que Shodai *es* no puede amar a Shodai como esposa. MAMBA es lo que Shodai hace y MAMBA es lo que Shodai es. Quien no sea una MAMBA correspondiente no podría ser la esposa de Shodai. ¿Acaso un tigre podría ‘casarse’ con una gallina? ¿Por qué no se le permite a Shodai lo que se permite a cualquiera: decidir las cualidades y características personales para su propia esposa?

Shodai no es un “Playboy incorregible” – como se le ha acusado – ni tampoco ha hecho voto de celibato o de castidad sexual, y promete cambiar su estado civil en cuanto la “candidata” apropiada se presente para la misión.

¡SEMPER MAMBA!  

Bien, ya me siento más “liberado”. ¡JAJAJAJAJA!

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo

No hay comentarios:

Publicar un comentario