En el principio érase el nin, “espíritu bajo
disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el “maestro-sabio del nin,”
el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión.
Ubicación: RECÁMARA PRIVADA DEL NEXO
Estado
Anímico: FAVORABLE
Estado
Físico: DESVELADO
Estado
Cognitivo: LÚCIDO
El
Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: De nuevo ha transcurrido mucho,
demasiado desde mi última anotación. Ya estamos a martes y en el seminario de
FITA/FMA estamos estudiando la serie “Héroes” bajo el tema general del “Héroe y
la Heroicidad”, y hemos topado con el tema del “viaje del héroe” tal y como nos
lo presenta Joseph Campbell. Es un tema muy rico que nos va a dar oportunidades
para muchos seminarios venideros.
El último capítulo redactado de Julio
Wolf, el 14, de nuevo ha requerido de un gran esfuerzo de elaboración por mi
parte. Ideas, memorias, y visiones se entremezclan y entretejen en las
historias, en los diálogos entre los personajes, en los comentarios que Julio
completa de otros libros, en las diferentes voces y perspectivas narrativas, y hasta
en las poesías, para formar un complejo y rico tapiz didáctico y artístico. Recordar
las realidades de mi vida, revivir anécdotas sutiles pero impactantes me llevan
a momentos en los cuales yo mismo me maravillo con el personaje. ¿Quién era ese
muchacho? ¿Cuál era la naturaleza de ese metal que le permitió “ser” a pesar de
su “estar”, de su contexto, de su condición? Casi 300 páginas y aún no he dicho
nada, y sin decir “nada”, ¡cuánto queda dicho! Hay algo, admito, insólitamente
admirable en ese muchacho, una fortaleza, una pasión, un compromiso, una
madurez, casi… casi… sobrehumana, pero también veo – recuerdo – la agobiante
soledad y la angustiosa tristeza que le oprimían como el pulgar y los dedos de puño
titánico contra el cual, con el temple y la fortaleza del mismo Atlas, se rehusó
a sucumbir.
Me han preguntado mis alumnos que si hay algo personal, algo
más allá que la satisfacción de cumplir con el compromiso de completar quizás mi
obra literaria más grande, algo más que la satisfacción de contribuir a la “causa”,
a la Misión, al Ryu, y si existiera la posibilidad de tal cosa, quizás sea la
oportunidad de verme a mí mismo reflejado a través de mi propia consideración del
tiempo y del espacio, y poder apreciar la magnitud de mí mismo como obra de
arte en progreso, de poder valorar la constancia con la cual me apliqué a ese
mismo ideal de perfección y de superación personal durante décadas de
tribulaciones y desafíos; escribir “El Tao de Julio Wolf” es poder apreciar tanto
la larga trayectoria desde el oscuro valle hasta la iluminada cima como las
diferentes perspectivas experimentadas a lo largo del camino.
Ayer vi un filme, “Historias cruzadas” – “The Help”. No tenía
que haberla visto. No podía dejar de verla. Se trata de las relaciones entre
criadas negras y amas de casa blancas en el sur de los EEUU en los años sesentas
en referencia, claro está a la esclavitud y a las leyes segregacionistas de Jim
Crow. Parte de la historia de mi familia, parte de la realidad de mi vida. Tendrá
también que ser parte de Julio Wolf. Tanto que contar, tanto que enseñar, que
creo que la idea de Julio Wolf como obra va creciendo con cada página. Llevo casi
300 escritas y sin embargo solamente 30 del manuscrito original. Lo que comenzó
como una novela autobiográfica se ha convertido rápidamente en algo más, algo
mucho, mucho más. He descrito con frecuencia a la relación entre (1) MAMBA como
disciplina, (2) MAMBA Ryu como la Orden o Hermandad compuesta por los adeptos,
seguidores y practicantes de esa disciplina, (3) los programas de enseñanza –
tal y como se imparten en el Instituto KAIZEN Center de MAMBA RYU, y (4) el Shodai
Sennin, como la figura del maestro-fundador, en términos de una Gran Pirámide triangular,
es decir, con una base triangular y las tres caras consiguientes que se funden
en el ápice de la pirámide. “Julio Wolf” es el eje central que une al ápice con
la base; es la perspectiva desde el interior
hacia el mundo a través de las cuatro caras; “Julio Wolf” es esencia misma de la
Gran Pirámide, el molde interior sobre el cual se formaron la base y las tres
caras.
Y mientras, VIPERS está en la mesa
del comedor, esperando su turno…
El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.
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