lunes, 9 de abril de 2012

Lunes, 9 de abril, 2012 REPORTE INICIADO A LAS 7:45 AM


En el principio érase el nin, “espíritu bajo disciplina,” y de ahí surgió el Sennin, el  “maestro-sabio del nin,” el maestro-estratega, el sabio-iluminado de la Quinta Dimensión. 

Ubicación: RECÁMARA PRIVADA DEL NEXO
Estado Anímico: FAVORABLE
Estado Físico: ACEPTABLE, INCÓMODO DEL INTESTINO
Estado Cognitivo: LÚCIDO

El Ojo del Águila, el Espíritu del Carcayú: He estado tanto tiempo escribiendo la Bitácora del Capitán Wolf que no me ha dado tiempo de escribir la mía. Acabo de pasar algo más de una hora en el parque ensayando los primeros tres movimientos del KAI-ZEN para estandarizar todos los pasos de la respiración. Este mes hay que tener la primera kata de KAI-ZEN lista y filmada para promoción. El mes que viene será el trigésimo nivel de KOBUDO y en junio será el de Black MAMBA. Al menos ese es el plan, habrá que grabarlo en alguna parte para no olvidarme.

            Julio Wolf ha estado ocupando todo mi tiempo disponible y mis energías, aunque he estado aprovechando el Soloflex con bastante regularidad. No sé qué decir al respecto de JW. Cada capítulo siento que aporta más de la visión de MAMBA y de la vida de su Shodai. Lo cierto y lo seguro es que me agota y no solamente es el contenido sino encontrar el detalle de cómo transmitirlo. La Bitácora del Capitán Wolf ha sido una forma excelente, a mi parecer, de incorporar detalles personales y de la época, manteniendo una fidelidad a la veracidad del contenido pero cumpliendo con la forma artística que se ha ido presentando. Es una novela autobiográfica no una autobiografía, y mientras que todos los eventos son verídicos dentro de lo que la memoria lo permita tanto presente, como de mis apuntes de hace veinte años, como de las memorias de mis padres con quienes he estado consultando, no hay que perder de vista que es una obra artística y que la función del arte es de revelar la verdad que se oculta tras la realidad. Bueno, creo que eso es bastante obvio. Mover emocionalmente al lector es imprescindible; hay que educarle, informarle, ilustrarle pero también hay que conmoverle, hay que lograr suscitar en él o en ella los movimientos emocionales necesarios para que no sea un espectador pasivo sino un partícipe activo en la obra, para motivarle a que se transforme, a que algo del espíritu indómito de ese carcayú en Julio Wolf se le pegue por dentro. Desde luego es un digno desafío que lamentablemente no me ha dejado con brío necesario para continuar emprendiendo con VIPERS simultáneamente. Eso podría cambiar hoy ya que estoy bastante adelantado en la escritura de JW y podría descansar de ella por un tiempo mientras que me dedico a la investigación para nuevo material que incluir. El último capítulo en particular ha sido particularmente agotador pero también tremendamente satisfactorio. No hay forma de predecir el impacto que tenga y a qué plazo pero lo que si tengo bien claro es de que se trata de una obra literaria distinguida, exquisita, y única.  Es un compendio filosófico, sociológico, histórico, psicológico, espiritual, y de antropología cultural todo en una sola obra literaria que experimenta con diversas formas literarias y perspectivas narrativas. Con cada capítulo me siento más completado como escritor y más convencido de que la trilogía de JW será mi magnum opus.

El ojo que se ve
El filo que se corta
No preciso escudo.

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